Mensaje Pastoral

Nuestro testimonio es la evidencia de como el Senor ha transformado nuestras vidas. Como cristianos estamos llamados a compartir las grandezas con nuestros hermanos

 

Marzo 2008

Alguien dijo lo siguiente: "No necesito ir a la iglesia para tener un encuentro con Dios o para  orar". Cierto y no cierto. Una persona puede tener un encuentro con Dios en cualquier lugar.  Hay muchos ejemplos en la Biblia que nos relatan encuentros con Dios en diversos sitios. Vemos encuentros en el desierto, el mar, la montaña y en otros muchos lugares. Primero hay que aclarar algo; El hombre no encuentra a Dios, Dios encuentra al hombre.  Cuando Adán y Eva pecaron fue Dios quien tomó la iniciativa de buscar al hombre.  También es cierto que no hay que ir a la iglesia para orar. Podemos orar en cualquier lugar. Aclaremos que la iglesia no es un lugar ni un edificio. La iglesia es un grupo de personas que reconocen que Jesucristo es su Salvador.

Hay muchas razones por las cuales las personas van a la iglesia. Para tener paz, para orar, por que quisieron satisfacer a alguien que los invitó o por  ser simpatizantes a la religión o al Evangelio. Inclusive hay personas que van a conocer a otras personas y existen  muchas razones más.

Pero vamos a la pregunta: ¿Es necesario ir a la iglesia?

Una persona que haga esta pregunta o evalúe el concepto de si ir a la iglesia, tendrá que examinar primero si es un cristiano verdadero. ¿Porque tenemos que examinar esto?  Porque el involucrarse con   la iglesia de Cristo es basado en una relación personal con Jesucristo y una relación con la Familia espiritual.

¿Que es un Cristiano verdadero? Es una persona que ha entendido que Jesucristo es su salvador. En otras palabras, Jesús pagó el precio máximo para perdonar sus pecados, fue sepultado, resucitó y ascendió a los cielos. Cuando entiendo esto, se por convicción que el día que yo muera iré al cielo y tengo vida eterna.

La relación con la familia espiritual es cuando entiendo y acepto mi responsabilidad delante de Dios para la que he sido llamado en esta vida y encuentro el propósito o los propósitos de mi vida.

Veamos la vida de una pareja recién casada. Si el marido dice: “Yo no tengo que vivir con mi esposa”, me temo que la persona tiene un concepto errado del matrimonio.  Si el esposo dice: "No tengo que relacionarme con mi esposa",  es obvio que la relación no es real.  Si digo "Jesucristo es mi salvador",  pero no mi "Señor" he hecho mi propio concepto de lo que quiere Jesucristo.  Una cosa es ir a un templo y otra es relacionarse con la iglesia. Decir: "Soy un soldado pero no tengo ejército" es algo fuera de serie. Decir: “Yo pertenezco a mi equipo de football" pero no practicaré o jugaré con mi equipo, e inclusive no me pondré el uniforme, pensaríamos que esa persona no tiene el concepto de lo que está haciendo.

La gran realidad es que Dios antes de la fundación del mundo ha hecho tremendos planes, incluyendo la historia mundial, para que la iglesia existiera, funcionara como un organismo viviente y nunca dejara de ser. Ni siquiera los más poderosos imperios del mundo han podido vencer a la iglesia. Han derrumbado templos y edificios, han asesinado a héroes y lideres de la iglesia, han quemado literatura eclesiástica, pero nunca han podido desaparecer la iglesia. Desde el principio Dios ha hecho una foto de lo que la iglesia sería. Aun en el cielo la iglesia seguirá existiendo. Si este es el caso, que lo es,  entonces es necesario ir a la iglesia.  Hagamos una pequeña corrección;  La razón por la  que las personas dicen esto de "no es necesario ir a la iglesia"  es porque el asunto no es tanto ir, pero involucrarse en la iglesia.  Hay una diferencia entre ir e involucrarse. ¿Porque involucrarse?

Esto lo veremos en la segunda parte: desde el escritorio del pastor.